Todo sobre desparasitantes para perros

Por más inadvertido que se acostumbren a pasar, jamás debemos descartar los parásitos. Estos invertebrados tienen la capacidad de llegar a los canes, sin la más mínima sospecha levantada en el proceso. Son tan capaces de majestuosas hazañas en torno a la forma de llegar a los huéspedes, que le permite hacerlo en cualquier momento del año.

Así que es constante que los perros tengan tanto garrapatas como pulgas. Las garrapatas, por cierto, son conocidas como los parásitos más frecuentes, que están latentes en los perros que viven en las zonas rurales, aún frente a los urbanos.

Todo sobre desparasitantes.

Estos parásitos presentan síntomas muy evidentes, como las dermatitis alérgicas o picores. Hay otros parásitos que son los no visibles. Es importante que conozcas los síntomas provocados para detectarlos y desparasitar a tiempo, así evitar circunstancias mayores. Una de las acciones que más debes emprender es la desparasitación de tu can. Como hemos podido ver, los parásitos tienen distintas formas de atacar a nuestra mascota.

En caso de que te interese conocer por qué deberías usar desparasitantes para perros, además de comprender los síntomas que se presentan en los perros, y por supuesto, las vías más adecuadas en el proceso de desparasitación, te invitamos a que continúes leyendo este artículo, en vista de que presentaremos la solución a tus dudas.

¿Cuáles son los síntomas de un perro con parásitos?

Los perros con parásitos suelen dividirse según la incursión de los mismos, que es de externo a interno. A continuación nombraremos el caso de cada uno para que comprendas la forma en que estos atacan.

Síntomas de los parásitos externos
No hay distinción de edad, raza o entorno para las pulgas y garrapatas, que son los parásitos que afectan a nuestra mascota. Sus síntomas son conocidos y visibles, así puedes confirmarlo a través de un simple diagnóstico.

La forma en la que se rascan los perros con parásitos es frecuente, lo que termina irritando la piel, y es su síntoma más evidente. Uno de los menos evidentes es el causado por la anemia, que es el cansancio provocado por la alimentación de la sangre por parte de las garrapatas y pulgas. En caso de las infestaciones de un tipo muy elevado de extremismo por pulgas, debes acudir a un veterinario para que inicie un tratamiento inmediato de desparasitación.

Aunque el mejor método de desparasitar es, en sí, la prevención. Así evitarás las pulgas y las garrapatas en perros. Síntomas de los parásitos internos Los gusanos y lombrices son los parásitos internos más conocidos.

Hay variación de síntomas de acuerdo al estado físico y edad del perro. Aunque, de forma general, provocan vómitos, diarreas, irritación anal, anemia, pérdida de peso y distintas alteraciones que son visibles, como en caso de las heces donde se presentan motitas blancas e inflamación en el vientre. Estos últimos son más comunes en los cachorros.

¿Cómo desparasitarlo?

La desparasitación interna no es igual a la externa. La primera no tiene un método de prevención, esto quiere decir que no evita que el perro esté infestado con parásitos, sino que se enfoca en las distintas especies internas que establecen contacto con la parte del organismo del can, es consistente a un tratamiento profiláctico.

La externa es el tipo de desparasitación basado en un método preventivo que se hace cargo de repeler las pulgas para que no muerdan al animal, y en caso de que lleguen a picar a tu compañero puedes usar un tratamiento para eliminar las pulgas y garrapatas antes de que se transmita alguna enfermedad.

Desparasitación interna y externa.

La desparasitación es interna, externa y combinada. En la primera, que es la interna, se usa –por excelencia- la pastilla antiparasitaria. La administración se hace cada 3 meses, un promedio de 4 veces al año, puesto que hay coincidencia con los cambios estacionales. Esto permite que nos sea más sencilla de recordar para nosotros. A parte de las pastillas antiparasitarias y comprimidos orales existe un tratamiento inyectable o en formato de pipeta.

En caso de que notes algún síntoma descrito con anterioridad, que podría ser infestado internamente, como en caso de los gusanos en las heces, debes llevarlo a un veterinario para que lo examine y pueda administrar un tratamiento de salud que le proteja de los parásitos.

El proceso de desparasitación debe ser lo más pronto posible porque tu can puede presentar problemas internos muy graves, como los gusanos del corazón. Las pastillas antiparasitarias a tiempo pueden ser suficientes para la labor.

La desparasitación externa está asociada al uso de collares antiparasitarios, pipetas y spray. El uso es similar al del comprimido, puedes eliminar las garrapatas y las pulgas para que entren en contacto directo con el can. Hay una base que diferencia la absorción del principio activo, y en este caso es que no es oral, sino que es hecho de forma transdérmica en contacto con la piel ya que es distribuida por toda la piel, aprovechando su propia grasa. Tiene además un efecto repelente muy alto que no proporcionan las pastillas de desparasitación.


La desparasitación combinada es, por otro lado, un comprimido que puedes usar en la labor. Es una pastilla que combate los parásitos internos y externos. Se trata mediante una golosina masticable. Este tratamiento combate las garrapatas, pulgas y gusanos.

¿Por qué debería usar desparasitantes para perros?

La salud de nuestra mascota es lo primero que debemos tener en mente en relación al mismo. El uso de desparasitante nos coloca en contacto con elementos químicos elaborados con el fin de proteger a nuestro can del desarrollo de esta afección. Es indudable que los procesos de desarrollo en que se han visto desenvuelto este tipo de tratamientos han permitido que se perfeccionen al nivel de poder tratar los distintos tipos de parásitos que puedan desarrollarse en nuestro animal, tanto los externos como los internos.

A pesar de que los parásitos externos puedan ser muy invasivos, los internos son unos de los más delicados en los que respecta al grupo, ya que ataca el organismo de nuestro animal de una forma más agresiva.